Demacia

La gente de Demacia son conducidas por su causa común de diseminar la benevolencia y el orden para mejorar la vida de todos los individuos de Valoran. Visualizan la malicia y el egoísmo como una plaga que debe ser borrada de la psique de la humanidad. Se espera que aquellos que deciden asentarse en los bordes de la ciudad estado compartan los ideales y virtudes de sus ciudadanos. Aquellos que persigan ganancias personales a expensas de otros se encuentran rápidamente siendo excluidos... O peor.

La vida en Demacia no es la de un sueño utópico. Dado que los Demacianos se enorgullecen de ser la vanguardia moral de Valoran, adoptan medidas extremas para asegurar que su código moral permanece como el único por el cual regirse dentro de la ciudad estado. Cualquier forma de crimen es fuertemente castigada: No debe haber delito alguno en Demacia. Algunos detractores de Demacia (quienes critican de lejos de los límites de la ciudad) reclaman aquello como prueba de su inherente hipocresía. Los demacianos contra atacan este argumente señalando que su sistema de justicia incorpora benevolencia y mitigación en sus veredictos. Nadie es castigado sin una justa consideración de las circunstancias envueltas. Mientras algunos continúen criticando la dureza de la ley demaciana, los demacianos se rigen por sus convicciones.

Apariencia:
Demacia es un haz brillante de esperanza para la humanidad y, como tal, la ciudad es una representación visual de este concepto. Hay una sensación y una vista pristina y limpia de la ciudad. Torres en forma de aguja ocupan los cielos de Demacia. Piedra blanca y el mármol son los materiales a usar en la construcción de edificios demacianos. Majestuosas banderas hondan alto junto a los parapetos de la ciudad. Sus murallas, virtualmente destellan con poder y nobleza. La capital en si, se encuentra adjunta a un puerto natural, con la mayoría de las otras ciudad descansando sobre una meseta.